27 julio, 2024
En Retiro

Un edificio que marcó el nacimiento de la arquitectura modernista en Buenos Aires

A menudo nos ocupamos en La Gaceta de los magníficos edificios de Retiro, de los que se han perdido y de los que todavía están, pese a los grandes cambios urbanos de las últimas décadas. Especialmente, por su gran valor edilicio y cultural, señalamos las particularidades y también la historia de los palacios, mayoritariamente de estilo francés construidos por importantes arquitectos entre fines del siglo XIX y principios del XX.

Sin embargo también Retiro ha sido un barrio pionero en otros estilos de arquitectura. La mención del Edificio Kavanagh es el primer ejemplo que podemos señalar, ya que en su momento –se inauguró en 1936- rompió con las características de la construcción en nuestra ciudad y particularmente en la zona, tanto en lo relativo a materiales como a líneas arquitectónicas.

Pero también tenemos por aquí otros edificios, y uno muy singular como el de los Ateliers de Artistas, ubicado en  Paraguay y Suipacha. Nos hemos referido en estas páginas a su historia y sus características en varias oportunidades, entre otras cuando hace un año, como parte de los programas de puesta en valor de fachadas, se hizo lo propio con el singular edificio. Pero en este caso nos sorprendió gratamente encontrar en la versión web de la revista Domus, especializada en arquitectura y diseño, una nota en inglés que lo rescata y lo pone de relieve.

La nota es de principios de este año, y hace referencia a este edificio de Buenos Aires señalándolo como ejemplo del nacimiento de la arquitectura modernista del siglo XX en la Argentina; y más aún, como una de las primeras obras maestras del estilo en Sudamérica.

Fue diseñado el edificio a fines de la década del ’30 por el muy joven arquitecto español Antonio Bonet, quien conformaba el grupo Austral, junto a los también jóvenes arquitectos locales Jorge Ferrari Hardoy  y  Juan Kurchan.  Habían recibido formación con Le Corbusier, lo que se plasmó como influencia en esta obra.

La nota refiere que en julio de 1944, la misma revista Domus había publicado en su portada la foto del que llama “el expresivo edificio de ateliers de Paraguay y Suipacha”. Sobre sus características, se especifica que fue construido con hormigón, acero y vidrio, “como un rico mosaico visual de diseños curvilíneos, volúmenes redondeados y elaborados detalles técnicos”. Un dato ineludible es que estando en una esquina, tiene esas formas redondeadas. En cuanto a su estructura, posee 4 locales en la planta baja y 7 estudios o ateliers para artistas en los otros niveles, y sobre la parte superior 2 áticos.

Y aunque no todas las partes del edificio conservan a pleno su diseño original, se dice allí que aún se pueden reconocer una escalera de caracol de metal, o los espacios del ático que funciona todavía como estudio de arquitectura.

En las especificaciones de estilo, el autor de la nota agrega que “Aunque los arquitectos salieron de un estricto racionalismo europeo, agregaron un cóctel diverso de imaginación a su lenguaje arquitectónico”.

Al encarar el Gobierno de la Ciudad el año pasado las obras en el frente del edificio, al que se lo calificó de significativo valor urbanístico, se informó oficialmente que las obras consistían en retirar todos los elementos no originales de la fachada, recuperar las terminaciones y reponer los elementos originales perdidos. Se instaló además un nuevo sistema de iluminación para que se vea mejor en horas de la noche.

FOTO: El edificio de Paraguay y Suipacha, considerado un ejemplo del nacimiento de la arquitectura modernista en nuestro país  (Foto La Gaceta del Retiro).