Un domingo de verano en la Plaza San Martín

Recorrer la Plaza San Martín, demorarse un rato en sus bancos, reconocer sus distintos espacios, caminar por sus senderos arbolados es siempre un placer. Pero mucho más cuando está a disposición de quien quiera disfrutarla verdaderamente.  Esto en días de semana suele hacerse difícil, pero sobre todo se ha hecho más complicado en los últimos años, cuando ha comenzado a ser utilizada con diversos fines,  a veces publicitarios, otras para realizar campañas diferentes, para muestras artísticas y hasta con objetivos solidarios, sin duda valiosos.
Sabemos bien que es un ámbito muy propicio para que algo pueda ser visto por muchas personas, porque es un lugar muy transitado. Pero parece que se ha olvidado -ojalá que no definitivamente- que es Lugar Histórico Nacional, por lo que ninguna de esas presentaciones que han tenido lugar allí, deberían hacerse.
Por eso que lo que no es una noticia casi pareciera que lo es: la Plaza San Martín en un domingo de verano luce como siempre deberíamos verla y disfrutarla, abierta, soleada, hermosa para que los vecinos, los visitantes de otros barrios o los turistas puedan sentirla en toda su belleza como lugar público, con su arboleda excepcional, y por supuesto llena de historia.
Así la vimos en un domingo reciente, con mucho sol, paseantes tranquilos, y algunas visitas guiadas que buscan relevar y hacer conocer lo más valioso y destacado de su patrimonio. Claro que así nos gustaría también que pudiera conservarse para todos.