19 mayo, 2024
Actualidad

Librerías: como fueron las ventas en el Día del Niño

Desde que se decretó la cuarentena por la pandemia del coronavirus los comerciantes viven un momento aciago. Las librerías de la ciudad abrieron recién el 3 de agosto después de varios meses de permanecer cerradas. Por lo tanto, sus propietarios esperaban la llegada de fechas puntuales como la del Día del Niño para recuperarse. Más aún si tenemos en cuenta que venían de un 2019 bastante pobre en cuanto a facturación. ¿Cómo fueron las ventas de las librerías porteñas en esta singular celebración anual? Consultamos a varios libreros y las respuestas fueron diversas. Desde aquellos negocios que no vendieron casi nada hasta otros cuyos propietarios señalaron que hubo clientes que adquirieron cuatro o cinco libros.

En Libros del Sudeste (Av. Corrientes al 1700) la situación es acuciante. “Esperábamos más, no repunta. No hubo una venta extraordinaria por la ocasión. Estamos muy mal. Hoy estamos facturando el 25 % de lo que se facturaba en febrero, que no fue un mes de los mejores. Es un desastre”, afirmó apesadumbrado Néstor, de la citada librería. Un caso especial es el de la tradicional Librería Hernández, de la Av. Corrientes. A pesar de estar habilitada, todavía no abrió al público por cuestiones sanitarias. Posiblemente abra en septiembre. Respecto a sus ventas online, fueron prácticamente nulas. En Gambito de Alfil (Caballito) les fue un poco mejor. Sin embargo, la encargada comentó que la gente buscaba mucho el precio y se cuidaba de no gastar mucho.

En tanto, Libros del Pasaje (Palermo), Librería Santa Fe (Av. Cabildo al 600), Librería Rodríguez (Almagro) y Soplavientos (Almagro) presentan la otra cara de la moneda. Allí las ventas fueron buenas. “Aumentaron las ventas por ser el Día del Niño. Nosotros ahora estamos trabajando mucho con venta online, que si bien antes lo teníamos, era secundario, y ahora es lo principal. Las ventas fueron menores a las del año pasado porque la pandemia lo complicó todo pero siempre el Día del Niño es una buena fecha para nosotros. Tenemos más venta online que presencial. Ahora que abrimos, vemos que la gente intenta cuidarse y no circula tanto”, dice Alejandro, de Libros del Pasaje. Para Juan, de Librería Santa Fe, “la venta fue buena, nos fue bien. Se vendió mucho en cuotas. En cuotas la gente se anima a gastar un poco más”. En Librería Rodríguez “las ventas fueron bastante buenas, mejor que el año pasado. Usamos mucho las redes para vender. No vendemos por página ni por Mercado Libre pero nos contactan a través de las redes. Hubo mucho pago con tarjeta y por Mercado Pago”, expresó un empleado. Mientras tanto, en Soplavientos –librería especializada en Literatura infantil y juvenil- no se quejan. “Nos fue mejor de lo que esperábamos. Durante la cuarentena tuvimos la posibilidad de hacer una tienda online. Eso nos permitió llegar a más personas. Hubo clientes que se llevaron hasta cuatro o cinco libros. La mayoría aprovechó la promoción que ofrecíamos de tres cuotas sin interés con cualquier tarjeta de crédito comprando en la página”, expresó la propietaria.

En general, los precios iban desde los $300 –libros pequeños, tapa blanda- hasta los $2000 de los libros grandes, de tapa dura, con ilustraciones. El promedio de gasto por persona fue entre $800 y $1000. Los comerciantes consignaron que casi todos los clientes llegaban al local desorientados, sin tener en mente un título predeterminado, por lo cual pedían recomendaciones de acuerdo a la edad.

Respecto a los títulos más vendidos, en algunas librerías se vendió en forma variada, un poco de todo, mientras que en otras fue significativa la preponderancia de ciertos libros sobre otros. Por ejemplo, en Libros del Sudeste se vendieron libros sobre dinosaurios, unicornios, y algunos clásicos como El Principito y Mafalda. En Soplavientos, en tanto, predominaron los libros para bebés de 0 a 3 años. Se trata de libros de cartón para que el bebé los pueda manipular o llevar a la boca, que traen canciones y poesías, o también libros para aprender palabras y los números. En Gambito de Alfil tuvieron una excelente recepción Los cuentos de Chiribitil, editados por EUDEBA, libros accesibles que compran los padres cuando tienen que hacer varios regalos. También fue muy vendida La bruja Winnie. En el caso de Librería Santa Fe, se vendieron más libros para chicos que para preadolescentes.

En general, los libros que acapararon las ventas fueron las sagas. Si bien se lanzaron hace muchos años, Harry Potter, Las crónicas de Narnia y Los juegos del hambre se siguen vendiendo con mucho éxito. En relación a los más nuevos pueden mencionarse novelas de youtubers, la serie de Percy Jackson, Escuela de monstruos, Mayor y Menor, de Chanti -historieta que tiene varios números y los chicos coleccionan-, Los Compas, Gravity Falls (Disney) –libros con mucha producción de diseño e ilustración-. Para los más pequeños se vendió mucho El mundo de Lyna -libros para colorear que traen stickers-, Una familia anormal y Un vecino anormal, de Lyna Vallejos, que tienen muy bellas ilustraciones.

A pesar de estos últimos títulos tan de moda, el propietario de El Gaucho (Villa Mitre) sigue empeñado en recomendar los cuentos clásicos ilustrados, aquellos de los Hermanos Grimm, Hans Christian Andersen y Charles Perrault, autores del siglo XIX que ya leyeron ocho generaciones de chicos. Este librero de raza pone el foco en una situación peculiar de la cual es testigo frecuente en su local: “Hay libros usados que son mejores que los nuevos que están en boga. Los compran los adultos recordando su infancia, son libros de colección. Compran de grandes, cuando tienen plata, lo que los padres les regalaron cuando eran muy chicos. Quieren recuperar la infancia a través de los objetos que quedaron en su memoria de manera indeleble”.

Laura Brosio

FOTO: Desde obras más clásicas hasta las más recientes, la lectura en la infancia es imprescindible.