15 junio, 2025
Cultura

Fotos inquietantes, que muestran más de lo que se ve, en la exposición de Rodrigo Abd

Fotos no convencionales, que bucean por lo lateral, por lo que está fuera de escena. Este
tipo de imágenes son las que nos ofrece la muestra Desvío del fotoperiodista Rodrigo Abd,
que se presenta en Arthaus Central, un centro cultural ubicado en Bartolomé Mitre 434. La
exposición, inaugurada el 20 de mayo y que estará abierta hasta el 3 de agosto, tiene la
curaduría de Jazmín Tesone. Es gratuita y puede visitarse de martes a domingos de 13 a 20.
Abd es un fotoperiodista argentino de 48 años, nacido en Buenos Aires, con una trayectoria
de 25 años retratando, sobre todo, conflictos y catástrofes alrededor del mundo, incluyendo
Siria, Ucrania, Libia, Guatemala, Afganistán, Venezuela, Haití, Perú, Honduras. Ha
recibido múltiples premios internacionales como el Pulitzer en 2013 y 2023 y el World
Press Photo en 2013. Desde 2003 trabaja para la agencia de noticias Associated Press (AP).
Actualmente reside en Buenos Aires.
Esta exhibición parte de las preguntas que Abd se hace después de su vasta experiencia:
¿Cómo se fotografía cuando se vio tanto? ¿Por qué fotografiamos? ¿Qué pasa en nuestra
cabeza cuando decidimos levantar la cámara y disparar?
El montaje de la exposición también es poco convencional. Las fotos parecen flotar, ya que
están colgadas del techo sin ningún tipo de protección. No presentan epígrafes.
Son 34 fotos magnéticas, ambiguas, que despiertan incertidumbre, nos hacen dudar acerca
de lo que estamos viendo. Como señala la curadora, son escenas que parecen montadas,
cinematográficas, casi imposibles. La violencia y la muerte aparecen normalizadas,
fotografiadas crudamente. Por ello, las fotos generan sorpresa, incomodidad y hasta
angustia. Al mismo tiempo, exigen mucha entrega por parte del espectador.
La foto de tapa de la publicación que se entrega a los visitantes es una de las más
paradigmáticas de la exhibición: la de una mujer paseando a su perro en medio de una Kiev
devastada, frente a un centro comercial destruido. Hay otras fotos impactantes como
aquella que ilustra a un grupo de combatientes talibanes almorzando sonrientes mientras
sus armas cuelgan de la pared en Afganistán o la de la combi que transporta urnas
funerarias en Perú durante la pandemia, atadas con cinturones de seguridad.
Una imagen estremecedora es la de una mujer mirando en forma pícara a la cámara
mientras cose un cadáver en un taller mecánico devenido en improvisada funeraria mientras
a pocos metros de ella un hombre mira televisión en un momento de descanso en
Guatemala. Asimismo, una foto inquietante es la que muestra a un chico posando junto a
una gigantografía de cartón del papa Francisco junto a dos policías fuertemente armados en
Bolivia. O aquella en la que policías afganos entrenan en una base militar estadounidense
de Afganistán y parecen hacerlo como una diversión.
En muchas de las fotos puede apreciarse un contraste, esa contradicción muy marcada que
se constituye en un eje temático de la exhibición, como la escena espeluznante en la cual un
sonriente bebé de seis meses posa con el fusil que le colocó su padre, un rebelde sirio.

Laura Brosio

FOTO: Rodrigo Abd: Un cronista entrevista a un migrante sin techo en Perú.