19 abril, 2024
Salud

Antidepresivos, uno de los psicofármacos que más consumen los argentinos 

Uno de los best-sellers del año pone en escena algunas de las reacciones adversas generadas por los antidepresivos.  En nuestro país, donde 4 millones de personas los consumen, se está llevando a cabo un estudio para conocer los efectos reales que provocan.  

El último libro de Michel Houellebecq, Serotonina, nos pone en la piel de Florent-Claude Labrouste, el protagonista de la ficción, un ingeniero agrónomo severamente deprimido. En el transcurso del, por momentos, sórdido relato, no sólo se develan las características y alcances de su padecimiento: su tristeza, fatiga, su falta de motivación y deseo, su tendencia al aislamiento y su tormento casi incoercible, sino también la controversia del personaje frente a la indicación de un fármaco antidepresivo que, si bien puede mejorar algunos de sus síntomas,  también puede provocar efectos adversos, entre ellos, la impotencia.   

La obra nos pone de cara a un tema más que conocido por muchos usuarios de estos fármacos, que en nuestro país consumen unas cuatro millones de personas: los efectos adversos. Ahora bien, ¿cuál es el efecto real de un antidepresivo? ¿Para quiénes está indicado y cuáles son sus alcances?  

La depresión afecta a 300 millones de personas en el mundo, considerada por la Organización Mundial de la Salud (OMS)como una de las principales causas de discapacidad en el mundo. Quienes la padecen se enfrentan a síntomas de la más variada índole como tristeza, irritabilidad o pérdida del interés y del placer por las cosas que antes le generaban motivación. Además, dificultad para atender y concentrarse, disminución del nivel de energía, alteraciones en el sueño y el apetito, enlentecimiento psicomotriz, entre otros. En algunos casos, sin un adecuado tratamiento, puede llevar al suicidio.  

Si bien no se puede determinar una causa, existen múltiples factores que aumentan el riesgo de sufrir depresión. Entre ellos, los factores genéticos, los rasgos de la personalidad y eventos ambientales estresantes como las dificultades socioeconómicas, el abuso sexual, la escasa red social y familiar o la pérdida de seres queridos. Las enfermedades crónicas como las cardiopatías, el cáncer o cualquier condición que produzca dolor crónico también aumentan el riesgo de padecer depresión, de igual modo que el abuso de alcohol y otras sustancias.

Según Marcelo Cetkovich, psiquiatra y director médico de l Instituto de Neurología Cognitiva (INECO), los antidepresivos se desarrollaron en la década del ‘50 y, desde ese momento ha sido exponencial el crecimiento de su prescripción. Hay diferentes opciones disponibles, con distinto perfil y posibilidad de modificar la neurotransmisión serotonérgica, noradrenérgica y dopaminérgica, cuya afectación, sumada a múltiples factores,  estaría vinculada en el desarrollo de esta enfermedad  

El especialista, que también es autor del libro El estigma de la enfermedad mental y la psiquiatría, hace especial hincapié en que, como todo medicamento, los antidepresivos tienen indicaciones, contraindicaciones y efectos adversos, siendo de extrema importancia que sea prescripto por un especialista, quien a su vez debe hacer el necesario seguimiento del caso. 

Según el Dr. Sergio Strejilevich, director médico de Asistencia e investigación en Trastorno del Ánimo (ÁREA), actualmente y, a pesar de estar mundialmente difundidos,  no se conoce del todo cómo los antidepresivos influyen a nivel psicológico y emocional en la vida de las personas que los reciben. En este sentido y en virtud de lograr profundidad en el conocimiento acerca de esta temática, se está llevando a cabo una investigación coordinada por ÁREA y en colaboración con INECO para indagar sobre las experiencias positivas y negativas con estos fármacos. Es por esto que ambas instituciones convocan a aquellas personas que estén o hayan recibido antidepresivos como tratamiento y que deseen contar su experiencia de forma anónima, a que lo hagan a través del siguiente formulario: https://goo.gl/forms/gAvgobEsoGAu3CCG2  Fuente: Instituto de Neurología Cognitiva (INECO). Más información: http://www.ineco.org.ar/